Europa ha prohibido el uso de la huella dactilar como método de registro de jornada laboral en empresas, según una directriz emitida por el Comité Europeo de Protección de Datos. Esta medida, que impacta directamente en los sistemas de control biométrico, ha generado cambios significativos en las regulaciones de control de presencia en el entorno laboral.
La directriz establece que el uso de datos biométricos, como la huella dactilar o el reconocimiento facial, se considera una categoría especial. Por lo tanto, su aplicación para el fichaje en el trabajo queda prohibida de manera general, a menos que existan situaciones específicas contempladas en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha ajustado sus directrices de acuerdo con la normativa europea, independientemente de la referencia a Xataka, lo que implica que cualquier empresa que continúe utilizando sistemas biométricos para el registro de jornada, como el escaneo de huella dactilar, podría enfrentarse a sanciones, sin importar la legalidad de su instalación.
En consecuencia, se exhorta a las empresas a buscar métodos alternativos para el control de acceso que no involucren el uso de datos biométricos, siguiendo las nuevas pautas establecidas por la Unión Europea en pro de la protección de la privacidad y los derechos individuales en el ámbito laboral.
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